martes, 30 de diciembre de 2008

Homopaternal y Homomaternal hacen Homoparental

Ultimamente va apareciendo en el mundo de las familias homoparentales el uso de la palabra homomarental para designar la familia fundada por dos lesbianas, en contraposición a homoparental.
Estamos ante una palabra, marental, que no existe en castellano, y que no tiene ninguna razón de ser. Lo que existe es una palabra preciosa: MATERNAL. En contraposición a PATERNAL. Y la función de los progenitores es la función PARENTAL (proviene del latín, significando: Perteneciente o relativo a los padres o a los parientes)( y también: Que se refiere a uno o a ambos progenitores)
La palabra parental no tiene que ver con el sexo masculino. Es neutra, como puede ser matrimonio o patrimonio.(Aunque en la raíz de estas dos últimas, encontremos trazas de madre y padre).

Propongo que si queremos diferenciar a las familias formadas por lesbianas, de las formadas por gays masculinos, se use en todo caso HOMOMATERNAL, BIMATERNAL, MONOMATERNAL (dependiendo de a qué se refiera si una o dos personas) y HOMOPATERNAL, BIPATERNAL, MONOPATERNAL (cuando se refiera a varones)

Probablemente la confusión venga del uso que en catalán se da a las palabras "pare" y "mare" (padre y madre), que hace que parental recuerde a paternal, pero que no proviene de la misma raíz etimológica.

Recientemente hubo una reunión en Madrid de homomarentales, y hay ya una red de homomarentales y homoparentales (como si fueran opuestos). Estamos a tiempo de no emborronar más el lenguaje con términos incorrectos, ya que existen términos castellanos adecuados.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Bloqueadas las adopciones para las familias monoparentales

Los Gobiernos han endurecido las leyes para impedir el acceso a los solteros - Brasil y Burkina Faso son los únicos países que no vetan a los homosexuales

Noticia publicada por J. PRADES - Madrid - 23/12/2008 , en El País




Adoptar es cada día más difícil. Los países a los que se recurría en demanda de prohijamiento internacional han endurecido sus legislaciones, incrementado las tasas y aumentado el nivel de exigencia hasta el punto de impedir el acceso a las familias monoparentales. Aunque sólo algunos Gobiernos niegan explícitamente la posibilidad de adopción a las personas solteras, homosexuales o parejas de hecho, en la práctica estos colectivos no pueden adoptar, salvo en Brasil y Burkina Faso. Las consejerías de las comunidades y las agencias intermediarias así lo advierten, al tiempo que recuerdan que la adopción en estos casos sólo es factible si los menores tienen más de seis años, padecen enfermedades o van acompañados de hermanos. Este nuevo escenario ha generado una caída en la cifra de bebés adoptados en España del 34,16% en los últimos cuatro años.

Sin embargo, el deseo de prohijamiento no decae: durante 2007, un total de 11.500 parejas iniciaron los trámites para la adopción internacional, 2.000 más que en 2005. Entre ellas, Mónica, una madrileña divorciada que pensó que tener un piso en propiedad podría facilitar su solicitud en China. Adquirió una vivienda, pero no pudo afrontar la hipoteca. Por esa razón, alquiló una habitación de la casa a una compañera. Los servicios sociales interpretaron que eran lesbianas y le denegaron el certificado de idoneidad alegando que las autoridades chinas rechazan a los homosexuales y que, en cualquier caso, es mejor para el menor tener claros los referentes de padre y madre. Es el argumento que también emplearon unos asistentes sociales de Madrid para impedir la adopción a una parlamentaria soltera a la que le resulta doloroso evocar aquel episodio. En ambos casos se refirieron al interés del menor, igual que los Gobiernos de los países que sólo permiten adoptar a matrimonios heterosexuales.

La Comunidad de Madrid niega que exista discriminación. La portavoz de la consejería de Familia y Asuntos Sociales recuerda que el pasado octubre abrieron el periodo de solicitudes de adopción nacional e incluyeron por primera vez una mención expresa al derecho de los matrimonios homosexuales. Madrid financió un estudio de la Universidad de Sevilla sobre menores adoptados por familias homosexuales. El informe concluyó que no existía diferencia significativa con respecto a los otros niños.

Los países donde resultaba más asequible la adopción -China y la ex Unión Soviética- han endurecido notablemente la normativa. Las autoridades chinas, que nunca habían puesto impedimentos a las solicitudes monoparentales, especialmente a las mujeres, exigen desde mayo del pasado año matrimonios heterosexuales con varios años de convivencia estable, así como un elevado nivel de ingresos, educación mínima de bachillerato, buen estado de salud -la obesidad o una sordera leve impiden la adopción- y comportamiento cívico ejemplar: cinco multas graves de tráfico resulta un impedimento insuperable.

En Rusia, Ucrania y Bielorrusia ha ocurrido algo similar. Un desgraciado suceso registrado en 2006 en Estados Unidos, donde dos menores rusos fueron torturados hasta la muerte por sus padres adoptivos, generó un fuerte rechazo hacia los extranjeros. "Esta trágica historia coincidió con denuncias por irregularidades, sobre todo económicas. La consecuencia ha sido una legislación más restrictiva, y largos meses con las fronteras cerradas para la adopción", comenta María del Mar Calvo, presidenta de la asociación para la Defensa, Amparo y Garantías en la Adopción y el Acogimiento (DAGA), quien añade que el efecto de Internet sobre la información, "el hecho de que una tragedia local se convierta el global en cuestión de minutos", ha influido notablemente en el bloqueo a las peticiones de adopción en numerosos países.

Muchos aspirantes al prohijamiento volvieron la vista a África y Latinoamérica. En este último subcontinente, sólo Brasil -y si se trata de niños mayores de seis años o con enfermedades o minusvalías- permite la adopción a monoparentales y gays en similares condiciones a las parejas heterosexuales.

En África la situación se ha complicado. Etiopía, un destino en alza para los españoles, parece que va a limitar la adopción de las parejas heterosexuales en una ley que está a punto de aprobar. De hecho, las ECAI (Entidades Colaboradoras para la Adopción Internacional) desaconsejan este país. Las autoridades de Ghana, por su parte, exigen una estancia de seis meses en el país para solicitar la adopción, y un año de residencia para obtenerla. En Madagascar, sólo los matrimonios heterosexuales pueden adoptar a menores de 12 años. Burkina Faso sí acepta peticiones de solteros, lo que constituiría una excepción, si bien Jesús Santos, portavoz de Galehi (Gays y Lesbianas con hijos) añade que los homosexuales también pueden acceder a la adopción en Suráfrica.

Nepal, que permitía el prohijamiento a las mujeres solteras o divorciadas, ha cerrado sus fronteras, al igual que India, donde la salida de menores se produce "con cuentagotas". Este país, según datos de la Coordinadora de Asociaciones en defensa de la Adopción y el Acogimiento (CORA), ha emprendido una campaña para impulsar la adopción nacional. Filipinas ha aumentado sus tasas para los foráneos: exige 3.000 euros de gastos de tramitación de expediente y un donativo adicional de 900 euros para el orfanato.

Así las cosas, la abogada María del Mar Calvo aconseja que las parejas que deseen prohijar en el extranjero tienen que dejar de pensar en bebés y asumir la realidad de que sus hijos llegarán más mayores. "El perfil del adoptante está cambiando. Ya se aceptan niños de más de seis años sin especiales reticencias", comenta.


Más fácil en India que en Murcia


"Es más difícil adoptar a un menor en otra comunidad autónoma que en un país extranjero", dice el experto Mario Bedera, el impulsor en la pasada legislatura de la ley de adopción internacional. La situación de los 33.000 menores españoles que actualmente están bajo tutela de la Administración, y de los cuales un 10% podría ser adoptado o acogido, resulta opaca hasta para los expertos.

El Senado acaba de constituir una comisión denominada Para el estudio de la adopción nacional, el acogimiento y temas afines que pretende impulsar el prohijamiento sin necesidad de cruzar fronteras.

El portavoz de esta comisión, el socialista Mario Bedera, resalta que su objetivo es "llevar claridad e impulsar las adopciones nacionales". "Para empezar, ni siquiera tenemos datos reales sobre la situación de los menores tutelados", señala.

"Cada autonomía mide con baremos distintos, y la mayoría es muy reticente a facilitar los datos, por lo que realmente no sabemos cuántos podrían ser adoptados o acogidos. Tampoco existe una normativa que unifique criterios que permitan a los españoles adoptar entre comunidades autónomas. La situación actual es un sinsentido. Es más fácil adoptar en India, que en las dos Castillas o en Murcia", comenta Bedera.

La comisión ha citado a los representantes de las comunidades autónomas y a numerosos expertos extranjeros para que expongan cómo han resuelto las adopciones internas.

Bedera considera crucial el impulso del Senado porque, asegura, las adopciones internacionales se han puesto muy difíciles, pero, de seguir así, en el medio plazo "serán casi imposibles".